El crimen organizado controla el tráfico de migrantes, frente a un Estado que ve y no hace nada.
A cinco años de la masacre de San Fernando, siguen los secuestros

Los migrantes invisibles

Seguimos las pistas de los migrantes en un territorio desfigurado por la violencia

Desesperanza

La desolación se siente en las calles de San Fernando, un pueblo sometido
por bandas criminales

Monopolio del paso

El crimen organizado controla el paso de migrantes hacia los Estado Unidos

Una larga historia

La guerra por el control de Tamaulipas
comenzó hace 100 años

Impunidad

La inacción y omisión del gobierno mexicano
han permitido que las masacres queden impunes

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El Cártel del Golfo es una de las organizaciones delictivas más antiguas de la historia reciente de México. Inició sus actividades con el contrabando de licor a los Estados Unidos durante la Ley Seca y con el matute de llantas y otros productos a México, pero fue hasta la llegada de Juan Nepomuceno Guerra, “el padrino de Tamaulipas”, que la estructura criminal se especializó en el narcotráfico. La expansión de otros grupos delictivos avivó la lucha por uno de los territorios más codiciados para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos. Pero fue la creación y desprendimiento de un sicariato de élite – Los Zetas—, lo que provocó una guerra descarnada que sumió al estado en el terror. La brutalidad de la violencia transfiguró la región y mostró su rostro más oscuro con los migrantes.